Personas que hacen de mi día uno especial (:

domingo, 9 de diciembre de 2012

Capítulo 16. Una caída de sorpresa.


 Desperté lentamente, gracias a los rayos del sol. Me levanté rápidamente, viendo la hora del reloj encima de la mecedora. Sonreí, siempre trataba de hacerlo para pasarla bien.
 Me bañé, me mojé el pelo, lavé mis dientes y al salir me puse esto:
 Hacía calor, y supuse que me iba a quedar todo el día en la casa, ya que estaba peleada con Taylor. No llevábamos ni una semana juntos, y de repente siento como que lo odio. Bueno, yendo al mismo tema… Seguramente dirán: Si te peleaste con tu novio, debes estar molesta y triste. Bueno, molesta estoy. Pero, no estoy triste, siento como si fuese que… No sé. Me siento rara. Siento como si fuera que fue una necesidad pelearnos. Darnos espacio. A veces Taylor era muy empalagoso, aunque, si me daba espacio.
  Bajé, y allí encontré  a Justin, en el sofá, con la misma cara de frustrado de ayer. Me senté a su lado, y le di un beso en la mejilla. Bueno, antes tomé la caja de cereales que había allí, y los comí de la caja.
-          Algo te sucede.- Comencé.- Y no me lo quieres decir.
-          No, nada me pasa.- Dijo tajante.
-          Te conozco, Justin.- Le recordé, frotando con delicadez su brazo.- Confía en mí.
-          Confío, sólo que no sé cómo te lo vas a tomar…
-          Dilo.- Murmuré.
Narra Justin.
Estaba frustrado, confundido, enojado y molesto con mi manager. ¿Cómo me puede pedir algo así? Entendía que era su trabajo, pero no podía estar haciendo obras de caridad por Selena. Y sabía que me iba a terminar gustando. Lo peor, era que Skylar se estaba dando cuenta. Skylar sabía que pasaba algo, me conocía demasiado bien.
 Se sentó a mi lado, y besó mi mejilla. Mi corazón empezó a latir con fuerza.
-          Algo te sucede.- Adivinó.- Y no me lo quieres decir.
-          No, nada me pasa.- Mentí.
-          Te conozco, Justin.- Dijo, frotando mi brazo con calidez.- Confía en mí.- Dijo, suplicante.
-          Confío.- Murmuré.- Sólo que no sé cómo te lo vas a tomar…- Concluí.
-          Dilo.- Susurró.
-          Scooter… Quiere que esté con Selena para darle publicidad.- Solté. Ella me miró, tajante. Pero, no parecía extrañada.
-          No sé porqué no me sorprende.- Dijo.- Esa perra siempre trata de buscar fama.
-          No sé que hacer…- Dije frustrado.
-          Me imagino.- Suspiró. Se apoyó con ternura en mis hombros.
-          ¿No estás enojada?- Pregunté.
-          No.- Dijo moviendo su cabeza para mirarme. La besé en la frente.- No tengo porqué estarlo.- Respondió.
-          ¿Qué dices que haga?- Pregunté. Ella sonrió.
-          Me encantaría decirte que te alejes de ella.- Dijo. Yo sonreí.- Pero no puedo.- Murmuró. Fruncí el ceño.- Es tu vida… No puedo decirte que hacer.
-          Supongo que ya me acostumbré a vivir de las opiniones de los demás.- Comenté. Ella me miró con el ceño fruncido.- Nunca aprendí a tomar decisiones por mí mismo.
-          Nunca aprendiste a decir no.- Intuyó. Le sonreí como respuesta.
-          Exacto.- Respondí.
-          Extraño hablar así contigo.- Dijo. Yo sonreí. Era tan tierna en mis hombros…
-          Igual yo. Y no tienes idea de cuánto…
-          Te quiero, Justin.- Dijo, abrazándose a mí.
-          Te quiero.- Le respondí, correspondiéndole el abrazo.
Ojalá el te quiero de ella significara otra cosa. Sabía que me quería, pero yo quisiera que me quiera con el mismo cariño que le decía a su novio. Sentir sus besos como lo sentía el… Tomarla de su mano con ternura, y abrazarla. Lástima que yo no soy capaz de decírselo.
 Narra Skylar:
Fui a la cocina, y dejé la caja de los cereales. Me alejé y fui directo a mi habitación; olvidé que había dejado allí mi teléfono. Lo revisé: Tenía 7 llamadas perdidas del idiota, y 3 mensajes. Los eliminé sin leerlos, no quería hablarle. Ya sé, parecía una niña malcriada, pero no quería hacerlo, sentía como si fuese que me quité un peso de encima... ¿Será que me estoy cansando de él? Bueno, no me sorprende, ya que, apenas llevamos 1 semana de conocernos, y, a los dos días ya andábamos. Creo que sólo fue un error... En ese momento, recibí una llamada de él. Bueno, admito que me cabreo lo que me dijo que Justin, y todo, pero...  Es una buena persona. Supongo que si nos queremos, algo debemos hacer.
 - Habla rápido, tienes 2 minutos para hablar.- Dije, quería ir al grano. Él suspiró. Parecía bastante sorprendido de que le haya contestado.
- Lo siento, ¿sí?- Dijo.- Pero, no puedo creer que después de todo lo que te hizo, lo perdones. Sé que es tu amigo y todo... ¡Pero lo conoces desde apenas hace un mes! 
- ¡Y a ti te conozco desde hace apenas una semana!- Le interrumpí. 
- ¿Estás diciéndome que quieres terminar?- Preguntó. Yo bufé.
- Tú toma tus propias conclusiones,- le dije- y no pongas palabras en mi boca que yo no dije.- Postulé.
- Tú lo quieres a él... ¿cierto?- preguntó, parecía desilusionado, triste.
- No.- Le dije. Aunque no estaba muy segura de que contestar, respondí eso, no podía decirle que sentía hacia Justin si ni siquiera sabía lo que sentía por él.
- Quiero intentarlo otra vez.- Dijo. Yo fruncí el ceño.
- ¿Qué cosa?- pregunté. No sabía donde quería llegar.
- Quiero hacerlo bien.- Repitió. Yo seguía sin entender a dónde quería llegar.- Quiero que tengamos una cita.- Propuso. Suspiré.- Una, sólo una.- Insistió.- Yo te quiero, Skylar.- Musitó con una notoria honestidad. Suspiré. 
- Está bien.- Dije. Pude sentir como él sonrió.- Nos vemos, ¿a las 7?- Pregunté.
- Perfecto.- Dijo.- Te quiero.
- Te quiero.- Respondí.
 Colgó el teléfono. Bajé a la cocina, y, allí estaba mi amigo cogiendo una ensalada de frutas.
- ¿Me pasas otro a mí?- Le pregunté, apoyándome en el marco de la puerta, mirándome las uñas con indiferencia.
- ¡La puta madre!- Exclamó, tirando su ensalada al suelo. Exclamé divertida.
- ¡Lo siento!- Dije, entre risas, al ver que el jugo de la ensalada fue a parar directo en su entrepierna.- ¡No sabía que te ibas a mear encima!- Bromeé. Él me miró serio; aunque su seriedad sólo fue de un segundo, ya que, luego, terminó riendose conmigo.
- Lo limpiaré.- Dijo.
- Te ayudo.- Me ofrecí, tomando un trapo húmedo que se encontraba al lado del lavaplatos.
Me agaché para poder limpiar el desastre, él, vino con un trapo en sus manos, y me imitó. Ambos limpiábamos en silencio.
 Me quise levantar, luego de ayudarlo, pero el piso aún seguía húmedo, así que seguramente os imagináis que pasó. Exclamé de un susto, y, como acto reflejo, mi amigo me tomó del brazo derecho, para impedir que me cayera al suelo, como era de esperar, caí en sus brazos, encima de su cuerpo, rodeándome mi cintura. Tomé aire, quedé realmente asustada, ¡casi me caigo en la puerta de hierro de horno! Si es que Justin no me ayudaba, ¡Chau habilidad para pensar, chau vida, chau todo! Le sonreí perplejamente.
- Gracias...- Musité. Estaba considerablemente a una distancia bastante corta de sus labios. Él miró los míos, y sonrió de la forma en que yo lo hice.
 Me apretó más hacia su cuerpo bien torneado, y me tomó de la cara con sus manos. Me acercó a él, con lentitud. Pareciera como si estaba indeciso para dar el siguiente paso. Pero algo nos separo... No, no fue ni el teléfono, ni Taylor ni ninguna otra persona. Fue mi pensamiento. Fui yo al darme cuenta de que no podía hacerle esto a mi novio, que por más que no lo ame, yo lo quiero y no merece mi infidelidad. Tampoco soy zorra para caer tan bajo. Justin me miró, sorprendido por mi repentina opinión.
 Él iba a hablar, parecía arrepentido.
- Lo siento.- Dije, primero.- Soy yo la que lo tengo que pedir.- Me expliqué, asintió.- Justin, tengo novio, y él no se merece que yo lo trate así.- Continué.
- Lo siento yo.- Dijo.- Fue... Mi culpa, no debí haberte... Yo...
- No, no fue tu culpa.- Le dije.- Me salvaste, pude haberte roto la cabeza fácilmente.- Le dije. Sonrió, como acto seguido, lo imité.
- ¿Sabes cuánto te quiero?- preguntó.
- ¿Cuánto?- Pregunté.
- De acá hasta Buzz Lightyear.- Dijo. Me reí ante su respuesta.
- ¿Como Buzz?- Pregunté divertida.- ¿Cómo así?
- Del infinito al más allá.
 Sonreí enternecida, ¡eso fue lo más tierno que me dijeron en toda mi vida!
- ¡Eres un Tierno!- Exclamé con timidez. Él sonrió, en efecto.
- ¿Quieres salir con los chicos?- Preguntó.- Podríamos quedarnos a dormir en la casa de Chris, si quieres.- Dijo.
- No sé... Es que... Tengo una cita con Taylor.- Le expliqué.- Aunque...- Me puse a pensar. Se me ocurrió una idea,- si quieres... Puede venirse conmigo a la casa de Chris, si le parece...- Dije.
- Le pregunto.- Dijo, tomándo su celular con desgano, y enviando un texto. Al instante éste sonó como signo de respuesta.- Dice que sí, que no ha problema.
 Me encogí de hombros, y llamé a mi novio, en marcación rápida. Atendió al primer pitido.
- Mi amor.- Saludó.
- Taylor.- Dije con ternura.- Cambio de planes.- Le dije.
- ¿Qué sucede?- preguntó. Parecía alarmado. Reí.
- Nada malo, tonto.- Dije.- Te quería preguntar si no quisieras ir hoy a la casa de un amigo de Justin, vamos a tener algo así como una pijamada con sus amigos.- Dije. 
- ¿Algo así como una pijamada?- Preguntó.
- Vamos, Taylor, será divertido.- Le animé.
- Claro, mi amor.- Dijo con suavidad.
- ¿Te pasas a las....?- Pregunté a Justin con las manos.- A las 8.
- Claro.- Dijo.- Dime la dirección de su casa.
- Es (inventensecualquierdirección).- Le dije. Me lo sabía de memoria, suelo ir bastante.
- Nos vemos, mi amor.- Dijo con ese mismo tono de ternura.- Te quiero mucho.- Suspiró.
- Te quiero mucho.- Respondí con dulzura, y corté.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Te gustó el capitulo?, ¿No te gusto? Si te gustó, comenta la parte que más te gusto, y si no, comenta críticas constructivas para crecer como escritora de esta pasión. We ♥ Kidrauhl