-Al día siguiente-
Narra Justin:
Me desperté con la mejor de las sonrisas. Hoy
iba a ser un día bueno. Lo presentía.
Me lavé mi cara, mis dientes, y me cambié:
unos jeans, unos supras negros, una remera del mismo color y un gorro granate
para complementar.
Bajé, y allí se encontraba mi madre.
-
Hola,
hijo.- Saludó tan sonriente como siempre. Le devolví el gesto.
-
Hola, mamá.
Me senté. Allí se encontraba unos panqueques y un café con leche. Empecé
a comer.
-
Hijo… -
Suspiró mi madre.- Scooter quiere hablar contigo, ésta tarde, algo sobre… La
gira.- Comentó.
-
¿Gira?-
pregunté.- ¡Dios, lo había olvidado…!
-
Lo
supuse.- Me interrumpió.- El punto es, que la gira dura… Más o menos seis
meses, hijo. Es una gira… Internacional. El punto es… Que vas a quedar mucho
tiempo separado de…
-
Skylar.-
Suspiré.
-
Sí, hijo.
Y… Quería decirte para que hoy hagamos una cena de despedida. Algo clásico para
pasar el tiempo con tus seres queridos y despedirte.- Sugirió. Sonreí.
-
Bueno, no
será una despedida, será un hasta luego.- Corregí.
-
Sí,
supongo que sí.
-
¿A qué te
refieres con que “supones que sí”?- Pregunté. Me estaba asustando.
Suspiró y se sentó a mi lado, tomando mis manos y mirándome con la misma
mirada que me dio cuando me dijo que tendría que dejar Canadá.
-
Hijo, éste
es un trabajo muy ajetreado. Bastante, por así decirlo. Sabíamos a lo que nos
estábamos enfrentando cuando aceptaste seguir tu sueño, y seguir tus sueños…
Significa renunciar, hijo, renunciar a muchas cosas…
-
Ve al
grano, por favor, mamá…
-
Lo que
digo, es que después de la gira, siempre viene más. Nada más.- Concluyó- Sólo
eso, hijo, no te preocupes,- depositó un beso maternal en mi frente- ¿quieres
salir un rato, a algún lado…?
-
Sí,
supongo que iré a caminar, a pensarme como se lo diré a los chicos…
-
Bien, pero
vuelves en una hora,- ordenó- recuerda que tienes que hablar con Scooter más
tarde.- Recordó.
-
Claro,-
sonreí- te quiero mamá.
-
Yo igual,
hijo, yo igual.
Me devolvió el amable
gesto, y me soltó las manos, dejándome ir.
Narra Skylar:
Me desperté y fui directo a la cocina.
Allí, se encontraba mi hermana, Spencer. Sí,
si tengo una hermana, pero casi nunca está en casa. Por eso que me pareció tan
raro…
-
¡Sky!-
exclamó ella viniendo conmigo.
-
¡Spence!-
exclamé, abrazándola.
Nos abrazamos un buen rato, mucho, a decir verdad. La extrañé tanto. Fue
a un viaje a L.A., con su novio, Gary.
Nos soltamos con lentitud, y con una sonrisa,
me invitó a sentarme.
-
¿Qué es de
tí?- preguntamos al unísono. Reímos.- Bueno…- Dijimos al mismo tiempo.
-
Tú
primero.- Le dije. Ella sonrió.
-
Bueno…
Skylar, tengo algo muy importante que decirte…- Murmuró- ¡Me voy a casar!-
Exclamó saltando de alegría.
-
¿¡QUÉ!?- Exclamé.-
¡TE VAS A CASAR!- Grité, gritando y saltando de la misma manera en la que ella
lo hacía.- ¡Muéstrame el anillo, muéstrame!- ordené emocionada.
Me pasó su mano, con finura y elegancia. Vi el anillo, era hermoso. Uno
de diamantes, supongo.
-
¡Dios, es…Hermoso!-
exclamé.
-
Sí, ya lo
sé.- Murmuró mirando con anhelo su mano. Suspiré.- Bueno, hermana, tu turno.
-
Bueno,…-
Murmuré.- Hay un chico…
-
Siempre
hay un chico- me interrumpió.
-
Bien,
¿quieres que te cuente o no?- pregunté irritada.
Uno de los defectos de Spencer, es que no sabe escuchar.
-
¡Agh!-
masculló- bueno, sigue.
-
Bien, y…
Éste chico me gusta.- Comenté. Ella me miró obvia.- Bueno, el caso es… Que no
sé si le gusto, o si tengo probabilidades de estar con él, porque… Él es mi
amigo.
-
¡Uff!, lo
peor, ¿cierto?- preguntó. Yo asentí levemente.
-
Y,
encima.- Continué.- Tiene una ex – novia que me odia y que se besó con mi
ex-novio y me quiere ver prácticamente muerta y…
-
¡Wait,
wait, wait!- exclamó- ¿quién es la perra?- preguntó sonandose los dedos,
amenazante.
-
Selena
Gómez.
-
¿Entonces,
es cierto?- preguntó. Yo ladeé la cabeza a un lado, ceñuda.
-
¿Qué si es
cierto qué?- pregunté.
-
Que
terminaste con Taylor…- Dijo obvia,- ¿niña, tu vez las noticias?
-
De vez en
cuando,- contesté- ¿por qué?
-
No
importa.- Contestó.- Bien… De vuelta al tema… ¿Quién es el chico?- preguntó
cruzando las piernas. Suspiré, típico de las enamoradas.
-
Justin
Bieber.- Respondí.
-
Estás
frita.- Respondió.
-
¿Qué?-
pregunté.
-
Tienes que
decírselo, ahora.- Respondió.
-
¿Huh…?
-
¡Ve!-
exclamó, parándose de la silla y empujándome hacia la entrada.
-
Bueno…
Pero déjame arreglarme, no puedo declararme en pijama y besarlo con mal
aliento.- Respondí.
-
Cierto.-
Concordó.
Sonreí y fui arriba. Realmente,
¿iba a hacerlo? Pisé las escaleras con lentitud, y suspiré.
-
¡No uses
labiales de mala calidad!- gritó mi hermana. Reí.
-
Descuida.-
Respondí, sonriendo.
Subí a cambiarme y a
darme una ducha rápida. Me puse esto:
-
Deséame
suerte.- Respondí al bajar las escaleras
y al encontrar a mi hermana comiendo una magdalena. Me sonrió y le devolví el
gesto.
-
Suerte de
las mejores.- Dijo, levantándose de su asiento y abrazándome.
-
Te quiero,
hermana, gracias.- Dije.
-
Yo más,
hermanita.
Sonreí y salí de casa, con una sonrisa en el rostro.
Fui hacia el parque, tenía que prepararme para
decírselo, practicar o que se yo, antes de decirlo, ¿cierto? Pero antes tenía
que llamarle.
Hola, soy Justin. Bueno, supongo que ya
sabes que hacer, así que deja un mensaje después del…- PIIIII.
Hola, humm… Justin, ¿quisieras verte conmigo
en el parque en diez? Tengo que decirte algo importante. Llámame ni bien…
Se apagó ni bien pude decir algo. Seguí
caminando, mientras decía cada pequeña línea en mi mente… Hasta que vi algo
horrible…
Por qué shit me dejas así
ResponderEliminarPorque me tienes que dejar siempre con la intriga? :(
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