Capitulo 7. Una historia para contar.

"Todo este odio y culpa, es tóxico".

 - En casa-
 Me senté a meditar un momento de todas esas cosas que me acongojan. No de lo de Selena, no de lo de Justin, y no... De los típicos problemas actuales que me impedían dormir. No. Quería meditar sobre... Mi pasado. Sobre lo que marcó tanto mi vida, y de lo que nunca quiero hablar, mencionar, y siquiera pensar... ¿Pero para qué esconderme de... Todo lo que es mi realidad? Tal vez no una realidad actual, pero, sí algo que marcó mi vida... ¿Por qué tanto misterio? Claro, no es fácil para mí hablar de este tema.
 Flashback:
 -Hace 8 años-
 El caso era sencillo. Soy una niña de 9 años, gorda, considerablemente fea y gritona. Claro, textuales palabras de Javier, un chico que me gusta. Había dejado de comer en semanas, incluso se podían decir que parecían años para mí... Mamá lo estaba notando. No era fácil lidiar con esto: Mis padres divorciados, una madre que trabaja 12 horas diarias, todos los días, sin descanso. Sin tiempo para su hija, que tiene problemas que ni siquiera ella se puede imaginar. Problemas que son crueles, e incluso difíciles de creer. Tragué saliva... No estaba segura de esto: ¿Cómo me iba a sentir después de... Suicidarme?, ¿ésto realmente solucionaría...? Bah, ni lo pienses. Tienes una mamá que, aunque dice que te quiere y te ama, no pasa tiempo contigo, un padre que apenas te llama, y, con suerte, viene de visita una vez al año. Unos compañeros... Que te odian. Una sociedad que pide a gritos que te hundas esa tijera de cocina en el pecho, y dejes de romper las bolas. Suspiré... Uno... Dos... Tres. Y ya no hubo marcha atrás. Me hundí esa tijera, de punta bastante filosa- era para cortar el pollo- y... Sentía dos sentimientos, bastante... Raro la verdad. Porque eran bastante opuestos, pero podía sentirlos de la misma forma, dadas las circunstancias: Dolor y libertad. Dolor; porque... Bueno, me traspasé una tijera,- similar a una daga- en el estómago, por lo que era comprensible el dolor. Pero... ¿Libertad?, claro. Libertad, eso era. Nunca había estado más segur de nada en mi vida. Me sentía libre, sentía como todos mis problemas desaparecían. Felicidades, lograron lo que querían. Sociedad, aplaudanme. Sonrían, festejen... ¡Hagan ruidos en las calles, porque una gorda, fea y gritona chica, que, en su interior era tan bella como un rosal, está muerta! Bueno, considerablemente muerta.
 Fin Flashback.
 Empecé a soltar las primeras lágrimas. Era obvio. Había tomado la peor decisión de mi vida, esa noche en la que todo... Se me derrumbó. Claro, ésta historia no la sabe nadie, además de mamá y de Nicole. Dos personas que se han ganado mi plena confianza. Claro, no voy a estar hablando de esto, al primer vendedor de chicle que se me cruce enfrente. Yo era... Abusada, todas las tardes, en mi colegio, y nadie hacía nada al respecto. A mi me hacían bullying y todos decían que era correcto. Solté un suspiro. Realmente, necesitaba a alguien, en éste momento... Y, raramente, no necesitaba ni a mi madre, ni a Nicole... Necesitaba a Justin. Ese conocido desconocido que se logró ganar mi confianza en los pocos segundos que mi mirada se cruzó con la suya. Ese chico que no me importaba si me ignoraba, si me veía llorar, o si me hacía enojar. Yo... Lo necesitaba, como nunca antes.
 Dejé el orgullo de lado- algo bastante difícil para mí,- y lo llamé. Lo llamé con una necesidad inmensa, y un dolor que parecía revivir ese momento hace 8 años atrás.
 - ¿Diga?- Atendió una aterciopelada voz.
- Justin.- Dije, con la voz entrecortada y llorosa.- Te necesito.
- ¿Qué sucede?- Preguntó.
- Justin...- Murmuré. Ya no aguanté más, y estallé en llanto.- ¡Te necesito!- Exclamé.
- Shawty, ya voy.- Dijo.
 Solté el celular, y lo dejé caer al suelo. Me apoyé al borde de mi cama, y lo utilicé como respaldo... Por segunda vez, me sentí... Débil, frágil... Es impresionante como alguien puede guardar tanto rencor en su corazón... Y yo antes no era así. Claro, que ahora las cosas están mucho mejor. Ya no me corto, y tengo mucha más comunicación con la gente. Sí, obvio que recibí ayuda, no me avergüenza decirlo. Es más... No me siento orgullosa, pero me siento fuerte. Fuerte, porque hay personas que se quedan encerradas 20 años en ese lugar, y, siguen en el mismo estado... O peor. Y, yo, en un año y medio, avancé, con los medicamentos y el trato adecuado, en un año y medio, pude ser libre, y... Dejar de vivir en la mierda de mundo en la que estaba atrapada. Al fin sonó el timbre. Bajé, débil... Por las escaleras. Abrí la puerta. No lo dejé hablar... Necesitaba un abrazo, necesitaba su apoyo incondicional... Ese apoyo y ese cariño que tan especial me hace sentir.
- Ten en cuenta, que siempre voy a estar para ti.- Dijo mi amigo, abrazándome y dándome un beso en la frente, como signo de apoyo.
 ***
 Le comenté toda mi historia... Absolutamente todo, con detalles y más. Él, prácticamente, me abrazó durante media hora, sin soltarme. Eso era lo que necesitaba, y él me lo daba de la forma que más yo esperaba.
- Lo siento.- Dijo.
- ¿Por qué?- Pregunté.- Si tú no has hecho nada.
- Por dejarte... De lado.- Dijo. Recordé. Mmmm... Al parecer el se dió cuenta lo de Selena.- No sabía no mucho que te dolía... Claro, que me daba cuenta que te dejaba de lado, pero... Cuando me iba a ir contigo... ella...
- No hables.- Le dije. Traté de darle mi mejor sonrisa, pero lo único que me salió, fue una rara mueca.- Te quiero, Justin.- Y lo abracé de nuevo.
- Y yo a ti, Skylar.- Dijo, y me besó la frente.
...
 Decidimos pasar la noche entre amigos. Sí, invitamos a Chaz, Chris, Caitlin, Ryan... Y, como no, a mi Nicole.
 Me puse un pijama
- Hey, Skylar.- Me llamó mi mejor amigo.
- Hey.- Contesté.
- ¿Tú... Tú te pusiste celosa de Selena?- Preguntó.- La verdad.- Insistió, al decifrar mi mirada de "Are you fucking kidding me".
- No.- Mentí.- Claro que no.- Recalqué.
- Skylar...- Insistió.
- No.- Concluí, con voz seca. Sonó el timbre. Suspiré aliviada y fui a abrir, sin proclamar ninguna palabra.
- Hey, chicos.- Dije, saludando. Llegaron todos al mismo tiempo, así que, los besé en la mejilla a cada uno, y los dejé pasar.
 Narra Justin:
 Skylar... No sabía lo mal que se sentía. Era como que ahora me sentía... Como una mierda. Por estar con Selena y dejarla a ella de lado. Pero... Siento como que... Cuando estoy con Selena... Me siento completo, pero a la vez un vacío, por dejarla de lado. ¿Será que Selena me gusta?... O... ¿Será que Skylar me gusta? No lo sé.  A Selena la conozco desde hace bastante tiempo, pero siento que no sabe nada de mí. En cambio, a Skylar la conozco como hace una semana, y siento que sabe más de mi que lo que yo sé de mi mismo. Me conoce hasta el fondo, y es una chica bastante... Sencilla y carismática. De esas que te caen bien con sólo mirarla. Sentí mi celular vibrar. Era un mensaje de Selena.

 "Justincito, quieres hacer algo ahora?"

Selly.

"Claro. Estoy en la casa de Skylar, te paso la dirección. (inventa cualquier dirección)"

Justin.

"Ahora voy para alla, Justincito"

Selly.

-¡Skylar!- La llamé. 

- ¿Qué?- Preguntó a lo lejos, mientras hablaba con los chicos.

- Viene Selena.- Dije.

- ¿¡QUÉ!?- Preguntó. Yo me encogí de hombros.- Bien.- Murmuró no muy convencida.

- Si quieres le digo que no venga...

- No, que venga.- Musitó, con una sonrisa malvada.- Esto puede ser divertido.

- Skylar...- Canturreé.- ¿Qué estás tramando?- Pregunté.

- Nada...- Mintió.- Absolutamente nada.- Recalcó.

 Negué con la cabeza y reí. Claro, no podía decirle nada. Sonó el timbre. De allí salió Selena, con su iPhone, sin prestar mucha atención.

- ¡Holaaa!- Dijo, con una rara voz de pito y alzando sus brazos.- ¡Ya llegó la diversión!

 Noté como Skylar rodaba sus ojos y la miraba mal, bueno, al igual que todos. Tal vez fue una mala idea traerla...

- ¡Justin!- Exclamó tirándose a mis brazos.

- Selena...- Dije, un poco desanimado. Ni siquiera sé porqué la traje.

- ¿Qué vamos a hacer?- Preguntó. Nadie respondió.

- ¿Qué les parece si jugamos verdad o consecuencia?- Preguntó Cait. 

- A mí me parece bien...- Dijo Skylar. Selena hizo una mueca al oír su aterciopelada voz...

- A mi igual.- Concordé. Selena mostró una falsa sonrisa, y accedió.

 Trajimos una botella de vidrio, esas de Coca-Cola y empezamos. Le tocó a Selena preguntarle a Skylar.

- Dinos un secreto que nadie sepa.- Acotó. Skylar me miró. Era obvio, 3 personas lo sabían: Yo, su madre y Nicole. Pero, además de ser un secreto, era un dolor...

- Mjm...- Aclaró su voz Nicole, falsamente.- No sé si has jugado éste juego alguna vez querida, pero se pregunta primero: Verdad o consecuencia.

 Selena rodó los ojos y suspiró amargamente: ¿Verdad o consecuencia?- Preguntó.

- Consecuencia.

- Tírate de una montaña.- Dijo Selena. Skylar apretó sus labios.

- No sé si lo sabes, pero la montaña más cercana está a dos ciudades de aquí.- Le explicó, tratando de ser amable.

- Es sólo para saber si te funciona la suerte, querida...- Dijo Selena.

- Qué lindo de tu parte, Selena.- Acotó mi amiga.- Pero probémoslo otro día. Tal vez tú podrías probarlo por tu cuenta también.

 Selena le brindó una sonrisa falsa, y seguimos, claro, cancelamos esa ronda, ya que, si seguíamos, esto probablemente terminaría en un gran... gran lío.

 Giró la botella... Me tocó a mi preguntarle a Ryan.

- ¿Verdad o consecuencia?- Pregunté.

- Verdad.- Respondió.

- ¿Quién te gusta?- Pregunté. Bueno, sé que era muy cruel, ya que, tenía en claro que le gustaba Caitlin, pero temía decírselo. Bueno, ésto sería una declaración mutua, ya que sé bien que Caitlin se derrite por Ryan.

- Na... die..- Tartamudeó.

- Es verdad o consecuencia, Ryan.- Dije.- No mentira o consecuencia.

- Me gusta... Prefiero consecuencia.

- No, ya dijiste verdad.- Dijimos todos al unísono.

- ¿Y qué sucede si no lo hago?- Preguntó.

 Todos nos miramos cómplices. Hasta que Skylar dió una idea:- Bailas el Gangnam Style desnudo en medio de la calle.- Acotó. Todos asentimos.

- Él suspiro. Sabía que no tenía otra opción.
- Me gusta Caitlin.- Admitió cerrando los ojos con miedo.
 Cait sonrió, y lo abrazó. Claro, hubo beso señores. Bueno, seguimos el juego, hasta que Ryan decidió tomar venganza. Sí, la botella me apuntó, indicando que era Ryan el que hacía la pregunta, y yo el que respondía. Bueno, tenía dos opciones: Pedir consecuencia y que Ryan me haga por poco tirarme desde el monte Everest, o pedir verdad y que me pregunte algo... No sé. Algo que sé que me van a dar ganas de golpearlo.
- ¿Verdad o consecuencia?- Preguntó.
- Verdad.- Contesté sin pensarlo.- Digo, reto.
- Dijiste verdad.- Comentó Caitlin.
- Así que verdad será.- Dijo Ryan, con una sonrisa malvada. *Mierda*.- ¿Quién te gusta?- Preguntó.
 Mierda. Bueno, por lo menos tenía una excusa. Ni siquiera sabía quien me gustaba y no iba a estar diciendo que me gusta "A" o "B", si ni siquiera estoy seguro.
 - No sé.- Murmuré. Sonaba sincero, él me miró extrañado.- Realmente.- Repliqué.
- Bueno, por lo menos dime quienes son tus opciones.- Musitó. Yo lo miré mal.
- Ya te dije que no sé.- Recalqué.- Ni siquiera sé mis opciones.
- Pero, hombre.- Insistió. Rodé mis ojos.- Deberás tener alguna opción.
- Tampoco lo sé.- Repetí. Sabía que estaba perdiendo la paciencia, y eso lo daría por vencido.
- Yo sé que lo sabes.- Acotó. Suspiré. Okay, no iba a ser tan fácil.
- No, y punto.- Di por concluida esta ronda, y todas las otras rondas. Nadie más tenía ganas de jugar.
  Narra Skylar:
 Terminamos de jugar este aburrido juego. Vi como Justin estaba perdiendo la paciencia. Le sonreí para darle confianza, y fuimos a tomar algunos aperitivos.
 - Al parecer te has puesto nervioso.- Musité en su oído.
- Más bien, perdí la paciencia.- Me corrigió. Me dedicó una sonrisa, de esas que matan. Alcé una ceja.
- ¿Qué quieres comer?- Pregunté, mirando su raro experimento con las cosas que había en la heladera; ¿qué clase de ser humano no pela la cáscara de un huevo duro antes de comerlo?- No comas eso, Justin.- Le dije, arrebatándoselo de la mano.- Hay comida allá. Hay pizza.- Le avisé.
 Él rió y me dió un beso en la mejilla. Se fue con esa sonrisa, dibujando en mi cara una. Me dí la vuelta, y saqué del refrigerador el jarro de jugo de frutas. Naranja con zanahoria, específicamente. Tomé un vaso de vidrio, y me lo serví.
- Sé lo que estás tramando.- Acotó una voz chillona a mis espaldas. Escupí el jugo, tras sobresaltarme.
- Si piensas matarme de un susto, Selena, casi lo has logrado.- Dije, mientras soltaba una risa burlona.
- Aléjate de Justin.- Ordenó. Solté otra risa, pero ésta vez, una risa de Ironía.
- Tú no lo conoces. No me conoces.- Le recordé.
- No me interesa.- Se apresuró a responder.- Si no te alejas de él, me asegurare que tu carrera, y su carrera como cantante, se vaya por el traste.- Me amenazó.  Suspiré.
- No le harás eso...
- No me importa, Skylar.- Respondió.- No lo quiero, él no me importa. Piénsalo. Si él realmente te importa, harás lo correcto.
- Ésto llego demasiado lejos, Selena.
 Ella levantó una ceja, y se fue, dejándome pensativa ante aquella amenaza. Ella sabía que yo quería a Justin. Tal vez como más que un amigo... Cómo un hermano. Ésto no se va a quedar así.
- ¿Pasó algo?- Preguntó una voz a mis espaldas. Maldita sea. Justin.
- No, nada.- Le dije. No muy convencido, le brindé una sonrisa, que él respondió a gusto. Solté un suspiro.
- Si pasa algo me puedes decir...
- No, nada.- Recalqué.- ¿Hay pizza todavía?- Pregunté.
- Sí, te guardé algo.- Dijo.- ¿Vienes?- Preguntó.
- Ya.- Le dije, y le brindé una sonrisa nuevamente.
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 Seee! Otra vez. Sé que dije que en este capi iban a ver celos y besos, pero, sentía la necesidad de contarles la historia, ya que, sino, no iban a entender nada luego. Entonces, para el próx. capítulo.
 P.D.: Estoy pensando en hacer una maratón... ¿Qué piensan?
 XOXO...
 - Spence <3