"Sabías muy bien lo que estabas haciendo. Sabías muy bien lo que estabas rompiendo"
-
¿Taylor?-
murmuré entre lágrimas.
Se separaron, y Taylor me miró sorprendido, en cambio, Selena, miraba
con una sonrisa de victoria.
Nunca me sentí tan chica, tan
humillada, tan… Rebajada ante alguien. Nunca había llorado en frente de la
persona que me hería, porque simplemente, no le quería dar el gusto… Pero esto
era demasiado.
Salió de su auto, y me miró, rígido. Parecía
triste,… Pero, bueno, que me esperaba, ¿no? Es actor.
-
Skylar, no…
-
No
hables.- Lo interrumpí.- ¿Sabes? Yo pensé que… Yo realmente te importaba, que
realmente me querías, porque yo lo hacía, ¿sabes?
-
Y te
quiero…
-
No, no lo
haces. Porque si me quisieras, no me hubieses hecho daño.
-
Espera…-
Murmuró.
-
Oh, ahora
te importa, ¿cierto?- pregunté.- Eres un asco,… Me das lástima. Tú y esa basura
me dan lástima.- Respondí.
-
Hey.-
Dijo.- Selena no es basura.
-
¿Y ahora
la defiendes?- pregunté indignada.- Puedes olvidarte de mí.- Respondí.- Y te
juro que si llegas tú o Selena a irse por mi casa… Los enterraré.- Respondí con
rabia.- Ah, y por si no era obvio, terminamos.
Me di la vuelta, y sequé las
lágrimas en vano, puesto a que seguían cayendo.
Me senté en un banco,
y le envié un mensaje a Justin.
Voy a estar un tiempo más aquí.
Puedes irte, si quieres, iré con Taylor.
-
Skylar.
Bueno, era obvio que no iba a ir con Taylor, pero sabía que si le decía
que iba a ir en taxi, no iba a dejarme sola.
Puse mis manos en mi cara, y empecé a derramar
las lágrimas con rapidez. Dios, no sabía que me iba a doler tanto. Sí, de algo
estaba segura de que iba a terminar, pero no así. No así de mal.
Mi forma soñada de terminar una relación es terminar
siendo amigos. Nada más. Pero, esta vez, se convirtió de una persona que
quería, a una persona que odio. Y odio con todo mi ser. Porque, capaz que él estuvo
haciendo eso los últimos dos meses, eso explica por qué no vino ayer, el día de
nuestro aniversario, ¡tal vez se estaba revolcando con ella! Idiota, idiota,
idiota. Y, lo peor es que siento más lástima por mí que por él. Por mí porque
fui tan ciega, tan tonta como para no darme cuenta.
-
¿Qué
sucede, Skylar?- preguntó Justin, abrazándome de repente.
No dije nada más. Le correspondí el abrazo, no necesitaba saber porqué
estaba aquí, o porque no me creyó al recibir el mensaje. Bueno, si necesitaba
saber, pero no ahora. No en este momento en que el dolor parece tan real…
…
-
Es un
imbécil.- Murmuró Cait, mientras me acariciaba el pelo.
-
Juro que
si le llego a encontrar a ese hijo de puta y a esa hija de su madre, les voy a
meter un palo en el…
-
¡Hey, hey!-
exclamó su novio- tranquila bonita.
Sonreí ante lo que dijo mi Nicole. Ella era muy graciosa cuando se enojaba,
y, ahora,- conociéndola- estaba que ardía.
-
Tranquila,
Shawty, es un idiota, no supo valorar lo que tenía en frente.- Dijo Justin,
mientras me acariciaba el pelo y me daba un beso en la frente.
-
¡Son tan
monos!- exclamó mi amiga en brazos de su
novio.
-
Sí, son
súper cute.- Concordó Cait, estando en la misma posición al lado de Ryan. Reí.
-
¡Son unos
exagerados!- exclamé.- Además, tengo sueño.
-
¿Y eso qué
tiene que ver?- preguntó Chaz.
-
Quiere
cambiar de tema.- Acertó Nicole.- Bueno, pero enserio, dejémosla dormir.- Dijo.
-
Nos vemos,
entonces.- Dijo Chaz.
-
¡Hey!, ¿por
qué no vamos al parque de atracciones mañana?- murmuró Justin.- ¡Será divertido!-
dijo.- Además, para animar a Sky.
-
Sí, tienes
razón.- Concordaron todos.
-
¿Quieres…?
-
Sí.-
Respondí.- Gracias, Just. Te quiero.
-
Yo
también.- Respondió, dándome un beso en la mejilla.
Sonreí. Siempre lo tenía allí,
para mí, ¿podía ser más perfecto? Cerré mis ojos, en contacto con su mano
acariciando con dulzura mi pelo.
…
Eran las 2:00 p.m. Me había terminado de bañar, y, me sequé el pelo, y lave mis dientes.
Me puse esto:
Teníamos que irnos a las 3:30,
por lo que terminé a eso de las 3 más o menos, entre que me pintaba las uñas y me
maquillaba. Sumándole unos 20 minutos más, terminé más o menos justo para la
hora.
-
¡Mamá, ya
salgo!- grité.
-
Bueno, ¿qué
hora vuelves?- preguntó.
-
Mmmm…-
Murmuré pensativa.- Te llamo, ¿sí?
-
Bueno,-
murmuró- ¡beso!- exclamó.
Suspiré. Estaba en contra del reloj, y la gente se llenaba mucho los
viernes. Me fui a darle un beso en la mejilla, y salí. Allí, estaban los chicos
en una camioneta, la camioneta de los Beadles, exactamente.
En frente se encontraban sus
padres, y atrás los chicos. Sonreí.
-
Hola.-
Saludé, mientras entraba al auto.
-
¡Hola!-
exclamaron todos. Estaban realmente emocionados, bueno, yo también.
El viaje se centró en chistes malos, y en comentarios para tratar de
subirme el ánimo. La verdad, es que… No sé, me encontraba confundida, pero no
triste. Es más, estaba bien, muy bien. Me aliviaba saber que supe la verdad, y
que ya no me van a joder más.
…
-
Woow, esto
es grandioso.- Dijo Ryan boquiabierta.
La verdad era que todo era muy colorido,
grandioso, y… Hasta mágico. Me sentía en DisneyLand.
-
Bueno,
chicos.- Dijo, Tom, el padre de los Beadles- la cosa es así: Los paso a buscar
a las 6, y, luego nos vamos a por unos helados y una pizza, ¿de acuerdo?- todos
asentimos- ¿trajeron su dinero, cierto?- de nuevo asentimos- bien, nos vemos,
que se diviertan.
-
Gracias
señor.- Respondimos al unísono.
Empezamos a esparcirnos por todos
lados como niños pequeños. Habían muchísimos niños, adolescentes, adultos… Por
lo tanto, fans.
-
¡Es Skylar
Fletcher!,- exclamó una niña.
-
¡Es Justin
Bieber!- exclamó otra.
De repente, todos empezaron a amontonarse, y, la única salida, era
tomarnos fotos con todos y todas, o si no, terminaríamos sin hacer nada. Por
suerte terminamos rápido, en más o menos media hora.
Subimos a una montaña rusa
enorme, en la que Chaz y Ryan se cagaron todo, al igual que Chris y Justin que
no querían admitir.
Subimos a muchos de otros juegos,
nada especial, entre bromas y chistes malos, así pasamos nuestro día.
-
¿Quieres
un algodón de azúcar?- preguntó mi amigo.
-
Claro.-
Sonreí- ¿qué horas son?
-
Las… seis
menos diez.- Respondió.
-
Bueno,
vamos rápido, que el señor Beadles ha de llegar pronto.- Dije.
Asintió, y, con una rapidez inexistente, fuimos hacia un puesto de allí.
-
Buenas
tardes, señora.- Dijo Justin amablemente.
-
Buenas,
joven.- Respondió- ¿qué desea?
-
Oh, dos
algodones de azúcar, por favor.- Respondió.
La señora le sonrió como diciendo “bueno” y nos dio el algodón.
-
Son 5 con
56.- Respondió.
-
Quédese
con el cambio.- Dijo Justin, entregándole 10.
-
Gracias,
que pase un lindo día con su novia.- Respondió.
Justin sonrió.
-
Gracias,
igualmente pase un buen día.- Respondió, y nos fuimos.
No dije nada, porque simplemente las palabras sobraban. No me importó
que no haya negado que era su novia. No me importaba en lo absoluto.
-
¿Puedo
tomar tu mano?- preguntó.
-
¿Huh?
-
Que si puedo
tomar tu mano.- Repitió.
-
Ah, sí,
claro.- Respondí sonriente.
Sentí la calidez de su mano hacer contacto con la mía. Era tan lindo
sentir como sus manos se entrelazaban con los míos. Hasta parecíamos una pareja…
Una linda, hermosa y amorosa pareja.
Wow te pasaste amiga, está super
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