"Yo lo quise primero, perra estúpida"
Narra Justin:
-
¿Tienes
frío?-, le pregunté. Hoy me tenía que quedar a dormir con ella.
-
No-.
Respondió algo seca.
-
¿Qué paso
con eso de “cooperar”?-, pregunté, usando una sábana que había allí, y,
tapándome.
-
¿Qué pasó
con eso de que quiero que te calles?-, respondió con una pregunta. Típico de
Skylar Fletcher.
Decidí aguantarme responderle. Si quería caerle bien como antes, tenía
que… Hacer un… Proceso. Aunque creo que éste proceso me durará más que el
primero.
Narra Skykar:
Quería subir más mi
cama, pero, no alcanzaba los botones que habían en los costados, cerca de mi
rostro, pero no me podía levantar, y, si lo hacía tenía que hacerlo con mucha
ayuda, ya que mis costillas están sensibles.
Manoseé todo lo que había en los costados,
pero no encontraba, así que, opté por levantarme.
-
¿Sucede
algo?-, preguntó Justin. Puta, pensé que estaba dormido. Tenía los ojos
cerrados.
-
No-. Negué
seca.
Abrió los ojos. Se
levantó del sofá que había allí, y, me tomó de la cintura y de mi mano para que
me levante. Suspiró. Dios, como amo el aliento que siempre tiene y su exquisito
aroma. Incluso, pueden pasar semanas sin que se tome una ducha, pero,
igualmente, tendrá un olor exquisito. CALLA A TU MENTE, SKYLAR.
Lo mire. Él me miró y
quedamos demasiado cerca. Tanto que podía ver cada parte de su rostro, y,
descubrir que no tenía un solo defecto. Era demasiado perfecto. Suspiré, él
hizo lo mismo y se relamió los labios, pero, luego, al parecer se retracto de
lo que iba a hacer, y, se separó de mí.
-
Te ayudaré
a acostarte-. Dijo-, yo subiré más tu cama.
-
Bueno…-
Murmuré algo confundida-, gracias, Justin.
-
De nada-.
Me sonrió débilmente.
Me acosté en la cama
con su ayuda, y, tocó los botones para subir más la altura. Le sonreí como
agradecimiento, y, me devolvió el gesto.
Cerré mis ojos. Aún no tenía sueño, pero,
supongo que lo tendré en pocos minutos.
-
Cómo quise
besarte-. Oí que murmuró. Sonreí inconscientemente y, me dormí.
-Al día siguiente-
Desperté con el sol dándome en la
cara. ¡Qué alguien cierre la cortina, por favor!
Abrí mis ojos como pude, haciendo
que mis ojos color azul choquen con el sol. Los cerré nuevamente.
-
¿Cuándo me
darán de alta, mamá?-, pregunté algo adolorida.
-
Mmm… No se
sabe con exactitud. Pero se calcula que en dos semanas, más o menos, ya vas a
estar en casa.
-
Ah-.
Contesté sin fuerzas. Faltaba mucho todavía, para salir de este lugar.
-
¿Quieres
que te traiga algún café o algo?-, le preguntó Justin a mi madre.
Estaba de más decir que Justin no se movía de aquí. Mike, en cambio,
venía poco. Pero decía que era porque su mamá no lo dejaba demasiado.
-
Uno
descafeinado, por favor-. Sonrió.
Asintió, y, al salir, mi madre me miró algo… Raro. La miré raro también.
-
¿Qué es
esto?-, pregunté sin entender.
-
Nada,
nada-. Bufó-. Mira, te traje uno de tus álbumes. Si quieres verlos…
-
Sí, si-.
Dije algo indiferente-, déjamelos aquí, al lado.
-
Bueno-. Se
levantó y colocó en la mesita de luz que había al lado.
Mi estómago rugió.
-
Tengo
hambre-. Acoté-, ¿qué hora son?-, pregunté.
-
Las 9:57-.
Dijo-, ¿te traigo el desayuno?-, preguntó.
-
Por favor.
Me sonrió, y, se levantó a traerme el desayuno. Minutos después, vino
Justin sin el café en sus manos. Fruncí el ceño.
-
¿Y el café?-,
pregunté.
-
Se lo di a
tu madre-. Dijo-, me la encontré en el camino.
-
Ah-. Dije
indiferente-, ¿hasta cuánto más te vas a quedar aquí?
-
¿Quieres
que me vaya?-, preguntó algo triste.
La verdad es que ahora
que pensaba mejor, estaba siendo algo malagradecida. Él me había estado
cuidando demasiado. Era como pedirle a la enfermera que no me atienda. Era
estúpido. A parte, dudaba que pueda sobrevivir sin él. Obviamente, no lo digo
literalmente. Aunque… CÁLLATE.
-
No-.
Respondí finalmente-. Quédate-. Le pedí.
-
¿Por qué
no te caigo bien?-, preguntó-, a todo el mundo le caigo bien.
-
Ya viene
el Justin Ego-. Bufé-, no digas nada si no quieres que cambie de opinión.
-
Bien-.
Suspiró-. Pero respóndeme.
-
¿Qué nunca
te vas a callar, Bieber?-, pregunté cansada. Sonrió divertido.
-
Eres linda
cuando te enojas-. Acotó. Me sonrojé-, y cuando te sonrojas-. Dijo.
Me mordí el labio para no sonreír. ¿¡QUÉ RAYOS ME PASABA!?
Mi madre entró-, por suerte-, esto
ya no iba a ser tan incómodo. Vino con mi bandeja de comida, y, mi estómago
rugió nuevamente. La comida no tenía muy buena pinta, pero cualquier gusano
ahora se veía apetitoso para mí.
…
-
Tienes una
visita-. Me avisó la enfermera. Asentí.
Alguien abrió la puerta. Tenía unas gafas de sol negras que le cubrían
los ojos completamente. Tenía el pelo negro largo hasta por debajo del busto y
vestía un sweater largo de color negro y unas botas negras con tachas doradas y
unas medias largas. Me tenía una cara conocida…
-
Hola-.
Saludó. La voz chillona también se me hacía conocida.
-
¿Quién
eres?-, pregunté.
-
Oh-.
Recordó-. Me llamo Selena. Pero me puedes llamar Sel-. Se presentó.
-
¿Quién
eres?-, reiteré.
Sonrió y se sacó los lentes. ¿Selena
Gómez?, ¿desde cuándo los famosos se preocupan tanto por mi estado?
-
Ah-.
Respondí indiferente-, ¿por qué estás aquí?-, pregunté.
-
Siempre se
necesita a una amiga-. Dijo con una
amable sonrisa.
Narra Selena:
Ahora que la muy idiota perdió la memoria, es la oportunidad perfecta
para hacerla sufrir. Debería hacerme su amiga, primero, así poder apuñalarla en
la espalda. ¿Soy mala? No, soy justa. Si se me quita lo que tengo, felicidades,
te ganaste una enemiga mortal.
-
Ah, ok-.
Respondió la estúpida, digo, Skylar.
-
¿En qué te
ayudo?-, pregunté.
-
Nada,
nada, gracias-. Me sonrió. Le devolví el gesto-. Gracias por preocuparte por
mí.
-
Para eso
son las amigas.
Me sonrió como agradecimiento. Ella lo va a pagar.
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Holaaa ! Disculpeen por no subir! Enserio las clases están muy pesadas :( Ya a la primera me dieron más trabajos imposible. Lo lamento, enserio! Bueno, se que el capítulo además de corto, está una mierda, pero quise subir ya! Espero que les haya gustado, y, cuando pueda, haré el maratón.
- Spence <3